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lunes, diciembre 10, 2007

O'Killowatio; alta tensión, bajo amperaje...

Todas las fotos de Alberto Prieto (c). (menos las que al final se detallan)





O' Kilowatio, una suerte de spot.

La excursión se fraguaba días antes con las ganas de coger Vilarrube con los tablones, en amor y compañía y al final, entre pitos y flautas, quedamos el domingo. Walter (el shaper de Zorlak), Alberto (Maxnemo) y Perry (A Friki Town), me recocogieron en Santiago después de un minimadrugón en Pontevedra y Sanxenxo y allí quedamos con Dani, Edu (King Matt) y Pita (Natural Mystic). La sorpresa fue ver un Vilarrube desfasado con una remontada de kilómetro y pico por lo menos y con un tamaño difícil de adivinar. Hubo un poco de frustración. A mi entraron ganas de cagar pero el impacto ambiental fue mínimo y todos mis esfuerzos iban encaminados a que así fuese.

El fŕio, el viento y la lluvia nos dieron ganas de ir a comer algo (en mi caso, para tapar el enorme vacío físico que sentía en mi cuerpo) y charlar mientras pensábamos lo que hacer, así que a propuesta de Edu y tras despedirnos de Dani, pusimos rumbo al puerto de Cedeira para comer unas tapas en O'Kilowatio. Nos fuimos sin probar la especialidad de la casa; o marraxo (que viene siendo tiburón de calibre pequeño), pero disfrutamos del más alto arte culinario portuario, con un menúa a base de una interesante fritanga, con tapas que nos embriagaron de aceite de kolza, gases y reflujos indeseables cada cuarto de hora (más que menos). 4 amigos en un coche en esta circunstancias proporciona grandes dosis de risas y conversación estúpida y escatológica.

Que más hay que decir de la zorza... que menos mal que el coche era diesel y no de galsolina ya que en mala hora se nos hubiera interpuesto una bujía entre nosotros y la emanación de gases guturales de carácter combustible e inestable que íbamos soltando en ciclos de cuatro tiempos. La comida fue rica, hay que decirlo. Tapas abundantes y muy bien de precio. Café de máquina de los de disfrute. Así, cual bendición divina, disfrutamos toda la tarde de ricos aromas culinarios, de mar de fondo de 10 metros y de olas capaces de hacernos sentir gran acongoje desde la costa.

Pita se esmeró en una ruta turística a lo largo de la costa desde Cedeira hasta Meirás y vimos romper olas a varios cientos de metros de la línea de la costa verdaderamente grandes. Toda una demostración de violencia por parte del Atlántico más duro, salvaje e indeseable que jamás hayamos visto.

Pita, muchas gracias por esa ruta de costa y miradores... da que pensar un tío con furgo que conoce tanto mirador romantico... (como en cama en ningún lado!)


Nuestra sorpresa, después de haber perdido toda esperanza en darnos un baño ese día, fue ver que en frente mismo al Kilowatio, junto al murallón del paseo marítmo de Cedeira, una pequeña ola juguetona, venía a parar allí despues de múltiples carambolas chiripitiflauticas (estamos hablando de surfear en un puerto de ría, parapetados por el abrigo natural de la costa y el dique del propio puerto). Una ola que debe romper una vez al año como mucho.

Era una verdadera mierda la verdad, pero los efluvios de aceite vegetal con sabor a pimentón causaron en Perry una exaltación de ganas de hacer el indio y por supuesto me convenció. Así que al agua.


El baño fue divertido y costó unos 20 € para el bolsillo de Perry, que al tirar el tablón al agua, una ráfaga de viento hizo que la trayectoria del mismo, fuese a parar al murallón.

Pero como preludio, unas fotos de las dantescas imágenes que se podían ver en la costa expuesta:




Esta podría titularse "Caperucita Roja y el Lobo"

Alberto y Walter.
Las condiciones del mar eran increibles. Recuerdo varias llamadas de teléfono en las que éramos incapaces de describir a los que no estaban allí, como estaba el mar, cuales eran las condiciones. Cualquier adjetivo se quedaba corto. Alberto decía por teléfono - Está enorme, gigante, no se... no se que deciorte la verdad... las olas son muy grandes-

Una sensación realmente increible fue la primera panorámica de Pantín desde el monte; la playa parecía haberse achicado hasta alcanzar el tamaño de una pequeña cala, las olas se comían la playa, las rocas, el monte... el batir de una ola contra los cantiles elevaba el agua a tal altura sobre el monte que los esfinteres comenzaban a dar besitos (espresión textual de Walter).

La ruta fue divertida y todos gritábamos como niños en un parque de atracciones, señalando en todas direcciones, series enormes que avanzaban hacia la costa como la sétima caballería de enormes caballos blancos. Un galope incesante de toneladas de agua exacerbada. Eramos conscientes de que estar en el agua en esas condiciones es morirse de miedo antes que ahogado.

La última foto de estas anteriores, fue sacada en Campelo, el mar llegaba a las escaleras y toda la playa, sobre los cantos rodados, estaba cubierta de esa espuma asquerosa que olía como si se hubiesen cocido 1000 Kg. de langostinos.



Una vez en O'Kilowatio....


Yo, pasito a pasito...

Perry a por el murallón.


Al agua!

Todo Soul... todo zorza.


las fotos desde atrás resultaron curiosas.





En esta se puede ver los estimados 20 € que le costó la sesión a Perry.



Walter no se echó, tenía frío (que mal que está este!).
Alberto, haciendo fotos... (muchas gracias tío).

Para que os hagais una idea los que no conoceis la ubicación de cedeira, estábamos cogiendo las olas en el punto marcado con un círculo rojo, así os haceis una idea de la cantidad de mar que tenía que haber para que las olas llegasen a romper en esa esquina. Supongo que era todo cuestión de rebotes.


Una vez de vuelta descubrimos un spot muy guapo pero al que ya no pudimos acceder por la poca luz que quedaba. Lo bautizamos como "Côte des Galegos"... por su parecido a Côte des basques.


Todas las fotos de Alberto Prieto (c), (mil gracias) menos... el mapa de cedeira, de "Google Maps", la de Campelo que es mía junto con la que estan de espaldas mirando el mar Alberto y Walter, la de Perry y yo en la misma ola que es de Pita y la de "Côte des galegos" que es de Perry.



Nota: Sobre esta excursión teneis otras entradas en:

- El Blog de Perry; "Avería mental grave"
- El Blog de Pita; "El Gran Domingo"
- El blog de King Matt: "Viento y lluvia 2"

*ah! sin duda lo mejor es haber hecho nuevas amistades playeras por el norte; encantado chavales.




7 comentarios:

KingMatt dijo...

Hala, por cuadruplicado, JAJAJA.
Otro dia que subais a ver si hay mas suerte.
Pero al final os echasteis, no muchos pueden presumir de haber surfeado ''El Kilowatio''.

Un Saludo

Perry dijo...

Jajajajajajajjaaja!!!

Otro día que nos hagamos una escapadita ya avisamos a National Geographic y que cubra la expedición eh!

Anónimo dijo...

Muy chula la crónica, me he echado unas risas. Las fotos preciosas, qué envidia.

Natural Mystic dijo...

muy bueno iago!!
La verdad que a mi tambien me quedo la satisfaccion de hacer nuevas amistades con gente como vosotros!
ah y bueno...es que soy un romantico....ajajaajaajajajaja!!(lo digo por lo de los miradores...)
El tema de la zorza del kilowatio va para largo, ajaajaj nunca olvidareis ese bar en vuestra vida, por la ola y por la zorza!!

un abrazo!

Tonylopex dijo...

Macho vaya panchada que os pegasteis pero sí que es una pena que no probarais el marraxo, es lo mejor de allí. Gracias por el enlace y tienes razón, no solo hay gente borde en esta deporte, ahí gente muy enrollada y que realmente ama el mar, pero hay que tener la suerte de encontrarla.

Anónimo dijo...

joder como os lo pasais, que surfari más chulo. Galicia es muxa Galicia!

Me hace gracia porque una vez en Cedeira me preguntaba si algún día se podría surfear aquella ola que se intuía pegada al muro....

Apertas

iago dijo...

ya ves... hace falta un mar de fondo de 30 fts. para poder coger 1/4 metro pasaoooo... pero bueno, nos lo pasamos como enanos!