La Patagonia, el último viaje de mi hermana (IV)

Pués si, me retracto... voy a poner alguna foto más que sacó mi hermana Xiana en el viaje.
Estas son interesantes . De esas fotos que puedes sacar en cualquier esquina allá donde uno se encuentre, incluso en la misma ciudad en la que vives, en el mismo barrio, en la misma calle... sólo que cuando uno viaja lleva consigo los ojos bien abiertos. Es una exploración felina del entorno al que estamos sometidos que nos lleva desde lo más asombrosamente cotidiano hasta lo más estúpidamente interesante, todo depende de cristal con que se mire, en este caso, del ojo humano de mi hermana a través del objetivo de su cámara.

Lo más cotidiano, la vida diaria, el trabajo, el pueblo, la ciudad... a veces se presenta irresistiblemente interesante.

No es necesario nada más que imaginación para abrir un nuevo camino.

Allí pone "Pare". Sin duda es más claro. Será por eso que aquí nos saltamos los Stops.
A estas alturas tendriamos que poner "Que pare, ostia!"

Una oferta interesante.

Sin duda la mejor manera de calentar leche a 16º bajo cero en el desierto de Atacama a las seis y media de la mañana.

Estas casa, según me contó Xiana, se desplazan de lugar dependiendo del trabajo, de la pesca. Colabora toda la comunidad y colocan la casa sobre grandes flotadores, arrastradas por embarcaciones. El dueño, agradecido, da una fiesta de dos días para todo el mundo.

Terrible cableado.