Estancia fugaz!... fiuhhhh!!

Penarubia, Parque natural de Enciña da Lastra.
Es Ourense y es León. Es la frontera que dicen que marca el Río Sil, capturado en el embalse.
El paisaje no sabe de fronteras y a la vista, tampoco le hacen falta.

Hemos venido de Ourense para una visita fugaz. Había que entregar una caja de muestras en el laboratorio, en Pontevedra y nos vamos despues de comer, de vuelta a las montañas y a los pueblos. Me siento como un anacoreta que ha regresado por unos instantes a la civilización; gente, tráfico, ruido, caras, caras, caras... gente.

Ahora me iré a tomar un café, a leer la prensa, como si fuese uno más, sin tener nada más que lo cotidiano de la mano. Ahora no tengo historia ni cosas vividas ni que contar, me voy a sentir por un rato plano y del montón, a ver que pasa.

El trabajo está siendo duro, estamos unas 13 o 14 horas al día en el monte y en la carretera, recorriendo los entresijos de un Ourense desconocido para mi. Llevamos unos 2500 Km. en 14 días, casi todos recorriedos por pistas y carreteras olvidadas, que la maleza se come y que solo transitan vacas y cruzan alimañas.

Hablamos mucho con la gente, con los paisanos. Son dos o tres por pueblo. Si los ves juntos en un banco, entre ellos suman 250 años. Son abiertos, sonrien. Agradecidos por la conversación, siempre nos invitan a tomar unos vinos, pan, chorizo y queso. Pero debemos continuar en busca de las muestras, la ciencia tiene que avanzar. Esperan que volvamos a pasar por allí algún día y nos dicen que volvamos a por cerezas, nueces, castañas... nos dicen que si queremos un becerro o un cordero, volvamos y preguntemos por Martín, por José, por... yo creo que estarán muertos ya. Los pueblos se están muriendo.

Me gusta bastante comer por ahí, en el monte; se trata de elegir un sitio sobre la hora en la que los estómagos se revuelven y nos vamos encontrando un poco débiles. Solemos parar a la sombra, cerca del agua, que siempre gusta oirla correr. El pan es bueno, con mucha miga y sabor. Comemos caliente porque llevamos la comida en termos. Casi siempre nos tomamos un té y algo de fruta.
Me gusta también cagar por ahí, en plena naturaleza, como los animales... también buscas un sitio, como olisqueando, para marcar el territorio al final. Entre nosotros hacemos bromas y vamos poniendo nombres distintos al acto en si de cagar. No reimos y resulta divertido. Nos volvemos un poco escatológicos incluso. El otro día me salio un jabalí por detrás. Se corre bastante mal con los pantalones bajados.

Estamos viendo un montón de fauna y flora. El Ourense oriental se encuentra en la confluencia de dos zonas climáticas distintas; la atlántica y la mediterránea. Por lo general estas zonas son muy ricas y variadas en biodiversidad. Estamos viendo corzos, zorros, jabalís, perdices, águilas, halcones, azores, arnaus, liebres... pero nos falta el rey, el lobo. Supongo que un encuentro con el puede ser bastante terrorífico... en una congostra, tú y él manteniendo las miradas donde el día quiere ser noche y la noche aún no es quien de serlo. El lobo y tú entre lusco y fusco. El lobo eterno.


Vuelvo el fin de semana que viene para descansar tres días. Tengo unas ganas increíbles de hacer surf y ver a mis amigos.

P.D. gracias a todos por los comentarios y seguir paseando por "la cosmovision de un surfer". espero veros pronto.

algunas fotos más...